Devocional diario
Acuerdo vinculante
Lee Nehemías 10:1 al 11:36
La mayoría de las personas son reacias a firmar sus nombres en un documento legal a menos que lo hayan examinado de manera meticulosa para asegurarse de que están de acuerdo con los términos.
En Nehemías 8 y 9, aprendimos que todo el pueblo escuchó el Libro de la Ley que leyó Esdras. El Libro de la Ley era el lado de Dios del contrato.
Todos los líderes del pueblo colocaron sus sellos para mostrar su acuerdo. Estos sellos de arcilla eran la antigua manera de firmar. Después de que los líderes lo sellaron, aún quedaba una cosa. El pueblo también tenía que estar de acuerdo.
«Luego el resto del pueblo... se unió a sus jefes y se comprometió mediante juramento. Juraron que caería una maldición sobre ellos mismos si dejaban de obedecer la ley de Dios dada por medio de su siervo Moisés. Prometieron solemnemente seguir al pie de la letra todos los mandatos, las ordenanzas y los decretos del Señor, nuestro Señor» (Nehemías 10:28–29).
El pueblo de Israel dio su acuerdo verbal a términos muy específicos. No importa cuán bueno fuera el contrato de Dios o cuántos líderes lo firmaran, no haría ningún cambio en lo individual sin un acuerdo personal. Asegúrate de honrar tu acuerdo con Dios.
Pensamiento para hoy: ¿Cuáles son los términos de tu contrato con Dios?
Resumen: Nehemías 10:28–39
Énfasis en la oración diaria: Evangelismo Mundial